61


61.

- Adina Cohen, dijo Omar. Es de origen sefardí, y por sus tradiciones su idioma es el ladino.

“Otra vez luciéndose”, pensó Numa. Entendía el español debido a que sus ancestros hablaban el idioma español del medioevo de esos tiempos, y que por la larga estadía y el entronque familiar en Grecia se le facilitaba el idioma. Su padre, un médico que logró ser reconocido por sus servicios humanitarios en Argelia hasta la llegada de los nazis que impusieron en Vichy  el gobierno de Pétain en Francia,  lo obligaron a sobrevivir en medio de las persecuciones, aunque más atenuadas de los que vivían en tierras europeas por el antisemitismo, hasta que logró embarcar a algunos de sus familiares mediante un marinero que ayudó a curar de una epidemia tropical, y que en agradecimiento le habló sobre lo que planeaban  los últimos judíos que todavía quedaban fuera de los muchos que huyeron a Estados Unidos y al naciente estado de Israel. El capitán de origen español que durante todo el tiempo de la guerra mantuvo la nave bajo el cobijo de la bandera italiana, le permitió ayudar a muchos refugiados en numerosos viajes  desde los puertos mediterráneos hacía las costas de América, a pesar que muchas veces fue avistado por las flotas del fuhrer que nunca encontraron indicios de  lo que hacía, y así pasar como tripulantes con identidades falsas que compaginaran con las nacionalidades que acompañaban al eje Berlín Roma,  para encubrir su actividad verdadera con una tripulación pequeña que era ayudada por los inexpertos refugiados que durante toda la odisea parecían marineros, mientras las mujeres y sus hijos se escondían dentro de los pocos resquicios  que el barco tenía. Una tarea ardua adónde los hermanos de Adina murieron ahogados en medio de una larga tempestad en alta mar tratando de evitar posibles corsarios que buscaban naves que llevarán judíos con las posibles riquezas que el rumor de las gentes decía de ellos, y que posiblemente en la mayoría de los casos era falso, ya que se sabía que tras la derrota muchos de los jerarcas Nazis de la guerra huyeron con las riquezas robadas a estos.

- Es que Adina en hebreo quiere decir delicada, dijo María.

Un apunte que sorprendió a Omar, Maritza y Numa. Cómo podían conocer sobre el significado de las palabras judías, y menos de una persona enraizada dentro del catolicismo. Y es que como lo suponía, podían haber llegado a estas tierras mucho antes que la leyenda de Ambrosio sobre si era de origen alemán u oriundo de estas tierras habitadas con la llegada de los españoles y cuyos ancestros pudieran ser de origen sefardí de aquellos que para salvarse de la inquisición se Cristianizaron abjurando de su Fé judía, sin olvidar sus costumbres para resaltar su origen al llegar a estas tierras. Seguramente y así lo creía, el Carriel y el poncho fueron las insignias que los distinguieron por todo un país para que así esa marca que los Reyes Católicos les dieron despectivamente de marranos, muy a pesar de que el médico que tenía la corte de Fernando e Isabel la Católica era judío. Su pensamiento se alejó acerca de lo que pensaba de Maritza y del interés de Omar por conocer las fotos que llevaron con esta cuando por fin, fuera de los rezos que hizo María al iniciar la cena, y los deseos para que todos estuvieran con Dios, agradeciendo que nada les faltaría sí este lo quería en medio de esas charlas informales que se dan entre unos y otros, Omar le dijo:

- María, y yo que creía que solo sabía sobre todo de nuestra religión y devoción por nuestros credos católicos.

- No se trata de eso, dijo. Oramos hasta por los pecadores, y mis padres me enseñaron cosas que no se me han olvidado.

Ahora el confundido era Omar, si sus padres eran judíos, cómo se podía afirmar que Ambrosio después de participar en la Primera Guerra Mundial cuando comenzó la segunda este acudió al llamado del Fuhrer que obligaba a los soldados en uso de buen retiro a que regresaran a sus filas para defender la patria, y dar así paso a los sueños de gobernar el mundo.

Hábilmente María escamoteo su pregunta, mientras llamó aparte a Maritza y Aída para enseñarles los secretos de cocina, algo que fastidiaba a Maritza que siempre había tenido sus cocineras preferidas, y que en cambio Aída lo disfrutaba en los ágapes en donde el sancocho bogotano y todos los secretos culinarios que utilizaba cuando invitaba a la familia de Rogelio.

- Que lo disfruten les dijo, mientras Maritza entre sonriente, le guiñó el ojo a Numa.

La veía contenta a pesar que ya se le notaba su preñéz, y le pareció radiante como cuando era la que animaba las fiestas en la casa de Marleni, y sabiendo desde que se conocieron, que Rigoberto nunca participó de las fiestas, ya que casi siempre permanecía en Girardot. Cómo entenderla, se preguntó.

Omar por su parte abordó el asunto a lo que iba, y lo dijo escuetamente:

- No sé por qué Genaro la registró con el nombre de Luisa Fernanda y con su apellido.

- ¿Y la madre? Preguntó Pedro Luis.

- Alicia Peña, contestó. Nada sabemos de ella.

Lo había hecho en el último viaje que hizo a Tunja donde según dijo, la hicieron figurar como nacida allí, y registrada de forma apócrifa en la iglesia de Santiago el Mayor.

-Déjeme ver las fotos, Numa por favor.

Sí era una de las últimas fotografiadas por Clavijo, antes que Genaro hubiera desaparecido.

- ¿Y de quién es el hijo? Preguntó Rogelio.

- No lo sabemos.

- Rosaura le dijo algo, le preguntó.

- Nada.

- Con razón quiere deshacerse de su presencia en su casa. Una heredera más para Genaro.

- ¿Y qué ganamos con ello? Preguntó Rogelio.

- Nada por ahora, dijo Omar.

- ¿Y…?  ¿Acaso estamos en lo mismo qué se hizo con Javier?

- No somos criminales, dijo Rogelio. Eso fue un accidente, y nada más.

- ¿Entonces de quién es hija? Preguntó Numa.

Si no se sabía de quién era el hijo y cómo había aparecido en la vida de Genaro ahora sabían de la estrecha relación entre Clavijo y la mamá de Marleni, y los conocimientos que tenía María sobre los judíos, entonces con quiénes andaba, se preguntó. Quería a Maritza a pesar de que sus dudas crecían.

Recordaba que varias veces a estos la palabra Calatrava les era común, como si de esta localidad española hubiesen llegado a pesar de la incongruencia entre lo sucedido con sus padres y ellos, creía más bien que nada era tan exacto como uno creía. Supuso entonces que había otra historia detrás de ellos que los relacionaban entre sí. No eran los únicos porque además de aceptar sus costumbres y  leyes familiares, habían otros procedentes también de la misma región del medio oriente que poblaron el centro de Europa durante siglos, que con su cultura yiddish, y conocidos como askenazis debido a que así fueron reconocidos por los alemanes desde antes del imperio Austro Húngaro, nombre dado a estos en el idioma alemán, con costumbres que diferían en muchas de los sefardíes, pero que tenían una mayor libertad para acatar o no las normas impuestas, que incluso con el surgimiento de las doctrinas ateas impuestas en Rusia, se daban el lujo de ser de los mismos, sin ninguna restricción en su acatamiento a las normas impuestas de estos. 

Si, estaba convencido que alrededor suyo sin proponérselo siempre estuvo en boca de otros por alguna razón, y sin que lo conocieran. Se habían acercado por alguna relación lo mismo que hacemos todos los días con nuestras actividades. La amistad entablada con Omar en cierta medida le daba a entender que no había sido casual, y que lo de las fotos no eran más que esas casualidades aparentes cuando Rogelio supo de la cercanía de  Maritza y Marleni con Clavijo que fuera de vivir en el mismo vecindario de María, el interés en principio, era en ver en qué les podía servir para sus negocios donde con el tiempo se fueron formando una idea de la importancia que tenía el negocio de Clavijo para los bogotanos que allí iban diariamente a grabar sus recuerdos, o cuando lo pedían para asistir a aquellos matrimonios fastuosos donde sus noches se prolongaban hasta el otro día revelando las fotos, que tanto quería la clientela que además de fama le permitía vivir holgadamente sin descuidar a su familia, sin saber que por sus relaciones comerciales y las entregas de sus desperdicios fotográficos a estos, más su pasión que tenía por contar a María sobre lo que pensaban de ellas, y que ya Rogelio intuía que podrían aprovecharse en su afán porque sus negocios prosperaran. Omar no había aparecido porque sí, ni mucho menos Rogelio que quería saber sí realmente Luisa Alejandra podría estar teniendo un hijo de Genaro a pesar de su edad, o era producto de una transacción comercial con la familia de esta, dispersa desde que llegaron al país.

Dentro de las preguntas que le hizo muchas veces a Eurípides, el abogado que asesoraba a muchos clientes que le enviaba Marina de la notaría que trabaja, de  cómo hacía para constituir si este no aparecía en la legalización del local alquilado y hacerlo aparecer como suyo, quien por su experiencia tenía otro local que bajo su administración en uno de los edificios que por las circunstancias políticas sus dueños  lo dejaron abandonado en la once con octava, muy cerca de donde quedaba la alcaldía de Bogotá, y donde existían otros locales abandonados por sus dueños, y entre ellos los de Genaro.

Eurípides que sabía muy bien los negocios de este en Bogotá, y la de otros que también ante la violencia desatada por la muerte de Gaitán, le dijo:

- Solo tenemos que esperar. Si transcurridos dos años no aparece podemos solicitar su muerte presuntiva, le dijo. Tendríamos Y que ponernos de acuerdo con Rosaura, y si no…

Creía que en realidad todos ellos estaban reunidos bajo otros preceptos con fines que desconocía.

- ¡Maritza! Dijo. Vámonos amor.

No quería estar, más con ellos.

Compre nuestros libros dando clic en cada uno. Prioritario: Historia Básica del Tolima


.