Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Capítulo 1. Los Silenciosos

Los silenciosos 2 Capítulo 4.

Imagen
La sinceridad con que Marleni trataba a sus hijas no se comparaban con el trato dado por su padre a estas. Una de las razones que no entendió Numa en su momento, pero que para Rogelio fue muy fácil. Rigoberto que ya no gozaba de buena salud, se había alejado de estas, luego de vivir en Bosa y más tarde en el antiguo Santa Fé por motivos ajenos a su voluntad, se vio obligado a trasladarse a Girardot debido a que la altura de Bogotá le afectaba su salud, y porque el antiguo administrador de la finca había acordado con Maritza seguirla administrando tal y como lo hizo durante todo el tiempo que estuvo ejerciendo los diferentes trabajos en los municipios aledaños de Bogotá, y donde sus simpatizantes por las buenas actuaciones que tuvo en el ejercicio de sus cargos, siempre le dieron  prestigio, lo mismo que a Marleni y sus hijas, que hicieron que se  sintiera complacido por el trato deferente que tuvo con ellas, pues, según Rogelio se lo merecían, además de saber que teniéndolas d...

1

Imagen
1. Numa Pompilio apenas pudo sostenerse en medio de la oscuridad. Todo estaba en silencio. No le gustaba. Acababa de cumplir los 50 años. Su vida había estado en vilo en medio de una sucesión de hechos, en la que los silencios no eran más que la premonición de posibles infiernos y los recuerdos de otros que sucedieron. Un extraño sopor lo sumergía desde la muerte del caudillo. Tan solo acababa de pasar dos años en una ciudad que se sobreponía a lo acontecido, y en la que cientos de personas que participaron habían perecido. Tras el holocausto los despertares no eran más que los recuerdos de una violencia cruel e inhumana donde muchos abandonaron lo que tenían con tal de salvaguardar sus vidas. Y las de otros que salieron a conseguir en medio de semejante locura, lo que no tenían. Eran esos imaginarios de odios y pasiones ruines los que terminaron por conquistar a una sociedad anquilosada de abolengos, que seguramente en otros tiempos sirvieron de c...